¿Cómo lo hacemos?

En los primeros grados, los niños aprenden, viven y sienten la naturaleza a través de las imágenes, por ello son tan importantes las narraciones y fábulas de animales, es decir, aquello que representa el mundo natural en el que se encuentran.

Más adelante, en lo que se conoce como “Rubicón”, los niños despiertan al conocimiento y admiración de lo que el ser humano puede crear con sus manos, sus herramientas naturales, es una etapa de aprendizaje intuitivo, por lo que se le muestra que plantando una semilla obtendrá una planta, que a partir del fuego y su ingenio puede moldear un objeto, advierte que el ser humano puede crear aquello que lo rodea.

En los años posteriores, y conforme su desarrollo se inclina ya al pensamiento concreto, aprende conceptos y los comprende a partir de la observación y experimentación.